Grado de protección IP: ¿Qué es y cómo interpretarlo?
Cuando estamos hablando del grado de protección IP, estamos hablando de una normativa de carácter internacional que sirve para medir el nivel de protección de los diferentes aparatos eléctricos frente a agentes externos como el polvo o el agua. De esta forma, a través de una nomenclatura como IP67, IIP65 o IP44 entre otras, podemos conocer el grado de resistencia que tiene un aparato a los dichos agentes.
De esta forma, podemos conocer la protección de un artículo, independientemente de que sepamos o no el idioma del país de donde procede ya que esta nomenclatura es de carácter internacional.
El número de la protección IP cuenta con mucha información.
De este modo, si vamos a tratar con diferentes productos como pueden ser los cables, o cualquier otra clase de mecanismo eléctrico, es necesario saber la protección con la que cuentan de cara a poderlos utilizar con facilidad.
Si, por ejemplo, tenemos la intención de utilizar unos de estos cables en exteriores para obtener una buena iluminación, tendremos que tener en cuenta que debemos usar una protección IP que sea de alta protección. Para ello, tenemos la escala que nos marca el nivel de protección y es bastante sencilla de entender.
En primer lugar, como hemos visto, el Grado de protección IP cuenta con dos números, por ejemplo, IP67. El primer número de estos, el número 6, se encuentra refiere a la protección de entrada contra elementos sólidos. Por otro lado, el segundo número, en nuestro ejemplo el número 7, es el que indica la segunda escala, la resistencia a la entrada de agua.
El nivel del número, cuanto más alto, más protección.
Independientemente de la escala en la que se trate, cuando estamos hablando de estos números, cuanto más alto sea el número, más protección ofrece. De esta forma es mucho más fácil entender si, por ejemplo, estamos buscando un cable que cuente con una importante resistencia al agua porque va a estar en continua exposición al exterior, deberá de tener un segundo dígito elevado, asegurándose una buena protección en este sentido.
Este grado de protección tiene un mayor o un menor interés, dependiendo del uso que vayamos a dar al producto. La razón es bastante sencilla, ya que un aparato eléctrico que funcione bajo el techo de un hogar, podrá permitirse el contar con una protección más baja que un aparato para la iluminación que se encuentre a la intemperie. Otro ejemplo sería un aparato que vaya situemos en el baño, lógicamente necesitará una protección superior que si lo tuviéramos en nuestro salón, ya que la exposición al agua y la humedad es mucho mayor en el primer caso.
En definitiva, esta protección IP es una solución perfecta para conocer de primera mano el grado de protección que nos puede ofrecer un producto sin saber nada más que su propia numeración. De esta forma, no tendremos que estar preocupados de leer las características o la descripción del propio producto ya que teniendo en cuenta los dos valores con los que cuenta en dicha protección IP, será más que suficiente para saber si puede llevar a cabo su cometido o no.